sábado, 24 de octubre de 2009

El Monasterio del Escorial

Posiblemente porque a su sombra han trascurrido algunos de los momentos mas bonitos de mi infancia.
A parte de la conexion emocional hay algo en esa gran mole de piedra que me atrae mas que cualquier otro monumento que haya visitado y no han sido pocos.

No voy a darle mas vueltas y os mostraré de que hablo.



 

 



lunes, 12 de octubre de 2009

Relato cortito

CLIC....CLIC....CLIC....

El sonido del agua le iba guiando bosque adentro.
Comprendía que no era bueno alejarse tanto de la aldea y mas cuando ya le habían advertido acerca de lo peligroso de este bosque y el misterio que escondía.
 No es que hubiese ninguna norma en particular que prohibiese la entrada en el bosque, pero era precisamente ese hipnótico sonido del gotear del agua lo que hacía que los aldeanos no quisieran entrar.

CLIC....CLIC....CLIC....

El muchacho lo oyó claramente desde que entró en la aldea hacía dos días. En la posada preguntó porqué se oía por todas partes. Sólo obtubo por respuesta explicaciones esquivas e historias de superstición nada claras.
No le habian saciado su curiosidad y el hecho que que no le dejara dormir no ayudaba mucho.

CLIC...CLIC....CLIC....

Esa noche no podia mas se vistió y salió a buscar el mismo la respuesta a sus dudas.
A medida que se adentraba en el bosque el sonido era mas claro.

CLIC...CLIC...CLIC...

Entremezclado con el ulular de algún buho se oía tan claro como si le fuese guiando, por extraño que suene al oirlo casi se podria decir que "veia" mas el camino por el sonido que por la luz de la luna que alumbraba entre sombras. A medida que el bosque se iba cerrando y se iba oscureciendo su camino a el se le iban acostumbrando los ojos a la tenue luz. Al cabo de unos pasos comenzó a ver un leve resplandor entre los árboles.

CLIC....CLIC....CLIC....

EL sonido le hizo salir del camino. SU ligero calzado le hacía sentir cada piedrecita y rama que pisaba y las hojas de los árboles y matorrales le acariciaban los brazos haciéndole sentir escalofríos en su piel.

CLIC...CLIC....CLIC...

De repente, al separar unos helechos el resplandor que le guiaba le dio de lleno en los ojos.
La luz manaba de un pequeño estanque. rodeado de grandes rocas caía al agua estancada un riachuelillo y era eso lo que producía el sonido que invadía el pueblo. Lo mas enigmático de todo aquello. era que la luz salia de dentro del agua.




Y ahí estaba el con el brillo azulado que iluminaba su rostro. Su corazón, que durante todo el camino había latido desbocado, ahora se relajó hasta casi detenerse. Por un  momento tubo que recordarse que había que respirar. cuando consiguió hacerse nuevamnete dueño de su razón se dio cuenta que hacía un rato que no oía el CLIC... CLIC....CLIC....del agua, incluso parecia haberse detenido el fluir del riachuelo.
 torció la cabeza para escuchar mejor, pero no... No oía nada. SIntió miedo y su corazón volvió a latir con rápidez. No estaba sordo porque se oía a si mismo respirar. pero algo bloqueado si que estaba porque no sintió que alguien se le acercaba por detrás.
Una fría mano se posó en su espalda. el no podía moverse, estaba aterrado. pero el contacto de la mano era sueve, no violento, era una caricia. El contacto era frio, la mano que notaba en su espalda fue de un hombro al otro mientras una figura le rodeaba para ponerse frente a el.
Era una mujer. Una niña... Pero con mirada de mujer. y que extraña mirada, cuando le miró a el le parecio sumergirse el un lago de aguas clarasy profundas. ella le sostuvo la mirada mientras se alejaba rodeando el pequeño estanque de agua. EL se mantuvo inmovil contemplando los suaves movimientos de la niña. Estaba como hipnótizado. Cuando la niña llegó al otro extremo del agua se agachó y tocó la lisa superficie con su delgada mano.




Solo en ese momento dejó de mirarle. desvió los ojos al fondo del agua, la luz que emanaba del estanque le iluminaba la cara. El se inclinó hacia el agua para ver que era lo que ella veía en el fondo. cuando dos poderosos brazos luminosos salieron del agua, el no pudo reaccionar le cogieron de la cabeza y le sumergieron completo bajo la superficie.
Cuando el agua dejó de agitarse y  ya no habia rastro de ningún forcejeo, la ninfa sonrió y lentamente se transformó en agua cristalina que volvió a fluir entre las rocas haciendo nuevamente ese sonido.

CLIC....CLIC.....CLIC....

Elena Rascón, Octubre de 2002

miércoles, 7 de octubre de 2009

Castillo de Albarañez

Como tengo que empezar de alguna manera escribire del tema que ultimamente ocupa mi "celebro".

La primera vez que me llevaron a este pueblo esperaba ver un castillo de verdad y me encontre esto:












Pero en mi interior no me conformaba con que aquello fuera un cerro de piedra y me dio por buscar un poco. Esto es lo que encontré:

la villa fue reconquistada en tiempos de Cid Campeador, de las cuales quedo como señor de la villa el capitán Alvar Fañez de Minaya primo del Cid Campeador, quedando este como señor de la villa y construyendo una fortaleza de la que más adelante la villa tomo el nombre.







Sin duda, el mismo origen tiene el nombre de cerro de Albaráñez en la próxima localidad de Huete o el propio topónimo de Castillo de Alvaráñez para otro pueblo de la cercana provincia de Cuenca.

Hay constatación documental de la existencia de las ruinas del mencionado castillo a finales del siglo XVIII, según aparece en el manuscrito de don Carlos Moreno Colmenar, de 1787:

Aunque no se sabe quien le fundó (sc. El pueblo de Salmerón), ni el motivo, no se duda de su Antigüedad por las ruinas de varias Fortalezas que ha tenido como son: la que a principios de este Siglo se acabó de arruinar situada en una mediana elevación dominando la entrada principal del Pueblo por el Llano: y otra que se advierte en el cerro que llaman de Albaráñez, que domina lo restante de la Vega y parece verosímil tendría conexión con la que havía cinco leguas de esta en el Pueblo que hoy se llama el Castillo de Albaráñez, denominado aunque con alguna corrupción de voz de aquel antiguo Capitán Alvar-Fañez, que en tiempos del Rey dn. Alonso anduvo por esta Tierra.

Los unicos restos del castillo son las cuevas subterraneas que se han venido utilizando durante siglos, al igual que muchas otras en toda la villa, para almacenar el vino en gigantescas tinajas.










En el pueblo cercano de Salmerón cuentan como leyenda que en el cerro de Alvarañez existe una "mora encantada" que cada cien años se dejaría ver por aquel que por allí se encuentre. Curiosamente se decía, allá por los años 50 ó 60 del siglo XX, que por aquel entonces la mora del cerro se había aparecido a un pastorcillo. Las características físicas de este personaje legendario son descritas por algunos de la siguiente manera: la mora aparece como una mujer muy hermosa, con el pelo suelto y largo, y, en ocasiones, acompañada de un perro. Esta leyenda se inserta en un grupo de tradiciones diseminadas por toda la geografía española en fecha posterior a la reconquista, con presencia de diversas "cuevas de la mora" o "cerros de la mora". Otra leyenda dice que en las cuevas de San Román, situadas en la mitad de la pared de un cerro inexpugnable, se habría refugiado el "jefe moro" una vez que los cristianos reconquistaron el territorio, y allí habría dejado sus tesoros ocultos en grandes tinajas.